La Unesco ha declarado a Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria como Patrimonio Mundial durante la celebración del Comité del Patrimonio Mundial reunido en la ciudad de Bakú (Azerbaiyán) del que forman parte espacios como el Roque Nublo, el Bentaiga, Tamadaba, Tirma o el conjunto troglodita de El Hornillo.
Esta designación, que obtuvo el mayor reconocimiento del planeta por unanimidad del Comité Permanente de la Unesco, supone el reconocimiento al patrimonio, a la cultura y al paisaje que posee Gran Canaria.
Este paisaje cultural está situado en el centro-norte de la isla de Gran Canaria, abarca alrededor de 18.000 hectáreas e incluye elementos culturales de los pobladores prehispánicos como viviendas-cueva, espacios de estudios astronómicos que permitían a la sociedad prehispánica identificar los cambios de estaciones del año o la realización de ceremonias religiosas. Un lugar ideal para la observación del cielo, fundamental en la cosmogonía aborigen.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y los responsables del expediente de Risco Caído, Julio Cueca, Cipriano Marín y José de León, así como el equipo técnico que ha encumbrado las Montañas Sagradas de Gran Canaria a Patrimonio Mundial recuerdan que este reconocimiento implica la responsabilidad de legarlo a las futuras generaciones no solo de Gran Canaria, sino del planeta. “Refuerza un sentimiento de orgullo y pertenencia a un legado, pero nos responsabiliza a seguir investigando y protegiéndolo”.
La cultura canaria y su legado aborigen han dado un salto muy importante con este reconocimiento internacional.
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