En el balance que se ha realizado del paso de la tormenta Hermine por la isla de Gran Canaria destaca que las presas Gran Canaria han recogido 2,7 millones de metros cúbicos de agua, lo que suponen “un beneficio para la Isla, al aportar agua a los acuíferos y empapar nuestras tierras resecas, lo que facilitará los cultivos en las próximas semanas, y al incorporar una importante cantidad de agua a las presas y embalses públicos de nuestra Isla”, según manifestó el presidente del Cabildo Insular, Antonio Morales, quien añadió que no se ha producido ningún daño personal.
En su intervención, Morales aseveró que el agua recogida en la Isla ha sido “la mejor noticia del año, ya que es el primer mes de septiembre de nuestra historia en el que se produce una lluvia con tal cantidad de agua, coincidiendo además con una sequía prolongada y con las presas bajo mínimos”, subrayó. En este sentido, detalló que se han contabilizado registros de más de 160 litros por metro cuadrado, en los dos días de más intensidad del Hermine. En concreto, en la zona de las grandes presas del Cabildo (sur/suroeste), la precipitación media ha sido de unos 80 mm; mientras que en el oeste (La Aldea), cumbre (Tejeda/Artenara/San Mateo), Las Palmas y Telde/Ingenio se han registrado más de 120 mm, especialmente en la franja de oeste a este, de La Aldea a Telde.
Por tanto, “la tierra agrícola no necesitará riego durante dos o tres semanas”, indicó Morales. “Las zonas forestales han sido bien regadas, tras años de baja pluviometría y se ha comprobado el buen funcionamiento de infraestructuras de contención y de canalización ejecutadas en barrancos para frenar la erosión”, recalcó.
El presidente hizo hincapié en que “el agua ha caído de forma continuada, pero sin trombas, empapando la tierra y llenando aljibes y depósitos, y también ha llegado a las presas y embalses, en los que se calcula que han podido almacenarse en estos días 2.712.212 metros cúbicos, un 6% de incremento de su volumen total”. En concreto, explicó que las aportaciones de agua han sido de 1.970.440 metros cúbicos, en las presas privadas, lo que supone un incremento del 8% del volumen total, y de 741,772 metros cúbicos en las presas públicas, un 3% de aumento de su volumen total. Todo ello implica que se ha producido una subida del 39% con relación al agua disponible antes de la tormenta.
En estos momentos, la Isla dispone de 12 hectómetros cúbicos de agua almacenada, lo que supera los 11 hectómetros cúbicos de consumo anual previsto en el Plan Hidrológico de Gran Canaria. “Con el agua que ya teníamos, garantizábamos la temporada agrícola hasta el verano de 2023 y ahora, con estas lluvias, se garantiza hasta el verano de 2024, incluido”, sostuvo Morales. “La previsión es que esa es la fecha en que dispongamos del agua del Salto de Chira, ya que, acabada la desaladora en el verano de 2023 y la impulsión a finales de ese año o en el verano de 2024, podemos garantizar las temporadas agrícolas”.
A este respecto, Miguel Hidalgo añadió que continúa entrando agua a las presas de la Isla y que se prevé registrar unos 500.000 metros cúbicos más, “lo que haría que contáramos con más de tres millones de metros cúbicos a disposición de los agricultores de Gran Canaria”, apuntó el consejero de Sector Primario y Aguas.
Resolver los daños en carreteras
En cuanto a la situación de las carreteras, Antonio Morales concretó que la gran cantidad de agua caída ha obligado al cierre de 13 vías y puso de manifiesto cómo “los servicios de Carreteras del Cabildo de Gran Canaria, en colaboración con Protección Civil y los servicios municipales, han trabajado a destajo y lo continúan haciendo en estos momentos, para dejar en buen estado las vías insulares con gran rapidez y efectividad”.
Fue Miguel Ángel Pérez quien dio cuenta de estas incidencias, al reseñar que el trabajo de más de 450 personas de los servicios de la Consejería de Obras Públicas y Transportes que dirige ha hecho posible que se abordaran y solventaran sobre la marcha muchos problemas en las carreteras insulares, “Y ahora mismo, se continúa trabajando para poner a punto los tramos que han tenido que cerrarse debido a desprendimientos y conforme vayan siendo limpiadas y acondicionadas debidamente, se pondrán operativas”, comentó.
Incidió en que también se han producido situaciones que requerirán una tramitación por vía de emergencia para que las carreteras recuperen su estado original y citó el caso del cierre del carril derecho de la GC-1, en sentido sur-Las Palmas de Gran Canaria, entre los kilómetros 11,200 y 10,500, que requerirá la construcción de un nuevo muro de 130 metros de longitud, con una inversión de 1,250 millones de euros.
Cabe señalar que toda la información de los trabajos que se desarrollan en las vías aparece detallada y actualizada en los distintos canales de las redes sociales del Cabildo de Gran Canaria.
Éxito de coordinación interinstitucional
Por último, Antonio Morales puso en valor el arduo trabajo realizado y la cooperación entre las instituciones para hacer frente a esta situación, ya que, desde que se tuvo conocimiento de las previsiones meteorológicas y del posible impacto del ciclón, trabajaron al unísono los servicios de todas las administraciones para analizar los puntos de riesgo, con la revisión y limpieza de aliviaderos y cauces; de inspeccionar los barrancos y las zonas de desagüe, con avisos y retirada de vehículos y otros obstáculos que bloquearan el curso de las aguas; y de localizar asentamientos de personas en riesgo, con la retirada de dos zonas de camping en la desembocadura de barrancos y de algunas chabolas en túneles.
El presidente aseguró que se ha coordinado a un dispositivo de más de 600 personas para resolver las incidencias, con un dispositivo especial para atender las afecciones que se iban a producir, como así ocurrió, en las carreteras insulares. “El resultado ha sido que hoy no tenemos que lamentar daños personales y que las infraestructuras, en general, han soportado unas lluvias de dimensiones extraordinarias”, manifestó.
Ante este fenómeno climatológico, Morales hizo hincapié de nuevo en que el cambio climático “es una dura realidad que afectará de manera más directa en territorios insulares como el nuestro” y en cómo desde el Cabildo de Gran Canaria se trabaja para combatirlo. “Somos la primera institución de Canarias que ha logrado una estrategia para la mitigación y adaptación al cambio climático, que ha hecho posible el pacto de las alcaldías por el clima y que ha elaborado con cada municipio un plan estratégico, atendiendo a las peculiaridades de cada ámbito local”, reflexionó. “Siempre hemos defendido que la coordinación interinstitucional y la concienciación ciudadana es fundamental para hacer frente a estas situaciones, y ahora ha dado resultado”, concluyó.