Desde el año 2015 los vecinos de Tenoya están llevando a cabo una movilización para impedir que sigan adelante las obras de un biodigestor en la finca la Montañeta
Las Federaciones de Asociaciones de Vecinos de Las Medianías, El Real de Las Palmas, Movimiento Vecinal Canario Movecan, Confederación Acorac Guanche y la Comisión Vecinal del Pueblo de Tenoya denuncian el cambio del proyecto original presentado por la empresa Valoración Ecológica de Residuos y Energía.
Hablamos con Lorenzo Santana, representante de la Comisión Vecinal del Pueblo de Tenoya quien nos explica que el proyecto se presentó para la depuración de aguas residuales del pueblo de Tenoya para el uso en la agricultura pero una vez obtenidos los permisos, inmediatamente se modificó el proyecto por la instalación de un biodigestor, una planta destinada a procesar aguas de fosas sépticas, heces de animales, orina y estiércol y lodos del tratamiento biológico de aguas residuales urbanas para la obtención de gas metano (biogás)
Los vecinos afectados denuncian que el tipo de suelo, según el Plan General de Ordenación es suelo rústico de protección agraria y no es suelo industrial y que la construcción de este biodigestor para la depuración de aguas fecales y otras materias las consideran nocivas, insalubres, y perjudiciales para la salud y la calidad de vida de los vecinos de Tenoya y los barrios colindantes.
Lorenzo nos muestra algunas imágenes de la construcción del biodigestor, de la cercanía de esta obra a las viviendas y de “las chapuzas que está realizando la empresa en varias calles de Tenoya”
Piden el precinto inmediato de la obra por no cumplir con la normativa y la restitución del tanque (considerado bien etnográfico) sobre el que se levanta el biodigestor a su situación original.
“¿Por qué no paran esta obra? ¿Existen presiones o intereses ocultos?
Lorenzo se muestra muy combativo y muy crítico con Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria y con Javier Doreste, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y se pregunta por qué el biodigestor que ya fue rechazado por los vecinos de la Isleta y otros municipios como Agüimes y Arucas lo han puesto en Tenoya. “Como somos un pueblo pequeño, envejecido y alejando del centro no nos hacen caso, pero seguiremos luchando”.
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